Thursday, November 16, 2006

D E D O


Grande es la importancia que ha tenido y sigue teniendo el dedo en nuestra Santa, Autócrata, Republicana, Dictatorial y democrática Nación
Su mayor esplendor, sin que alguna vez haya dejado de brillar con especial fuerza, lo ha alcanzado en los últimos noventa cuatro años.
Gracias a la suprema importancia del Dedo (Lo escribiré con mayúscula por su categoría) España, Esto, ha podido ser administrada, gobernada, legislada y mangoneada a la perfección, debiendo pedir a los dioses sigan protegiendo y defendiendo al Dedo para mayor Gloria de la Nación.
¡OH Dedo! ¡Loado, Divino y Omnipotente Dedo!
Preguntome ¿Qué sería de nosotros sin ti?
Los momentos más maravillosos. dedícticamente hablando, fueron a partir del lº de Abril de 1939, cuando un Dedo santificado, el del Jefe del Estado, Gobierno y Nación, señalaba y consagraba a las personas que ocuparían puestos claves: Ministros, Subsecretarios y Presidente de las Cortes Españolas, el que pudiera hacerlo era por una lógica aplastante, él era todo eso por la Gracia de Dios.
Al mismo tiempo que les era otorgado y recibían el nombramiento al puesto señalado, al que tenían allí, les era concedido poder de Dedo, por lo que a partir de ese momento poseían también Poder Dedíctico para nombrar a su vez a los Secretarios, Directores Generales, Gobernadores, etc. los que por delegación podían dar poder de Dedo (Aun cuando a medida que bajaban se podían reducir al meñique, pero no importaba, el poder del Dedo era lo importante) con el que podían nombrar alcaldes y cargos intermedios y así sucesivamente hasta llegar al de ordenanza de puertas, al que solo se le concedía el poder de Dedo para indicar a los homos celtibéricus o cavernícolas pepecantropitos la salida cuando así se le ordenaba.
Gracias al enorme poder del Dedo podemos columbrar que España, ahora Esto, haya podido subsistir y perdurar a pesar de todo.
Aquí es donde se creó el sistema político más importante y perfecto de todos los existentes en el Mundo, ignorándose, desgraciadamente, por esos pobres, ilusos y desdichados países occidentales o del primer mundo de la gran importancia que tiene el Régimen Dedocrático o Dedocracia, que ambas formas de decirlo son correctas y, debido a ello poseen lamentables, atrasadas paupérrimas situaciones.
Lamentable es reconocer que algunos malos ciudadanos –de todo hay dentro del rebaño del Señor- se han atrevido a calificar este fabuloso sistema con falaces opiniones, denominándole como anacrónico, totalitario, absolutista, autócrata, déspota y alunas cosas más fuertes aún que mi moral y pundonor me impiden reflejar, llegando a atreverse últimamente, con desagradable osadía, a culpar, no solo de haberlo casi creado, sino de dejarlo como triste herencia a todos sus sucesores, al fallecido Excmo. .Sr. D. Francisco Franco Bahamonde, que fue Generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire; Jefe del Movimiento Nacional; Jefe del Estado; Jefe del Gobierno Español, luego solo fue Jefe del Estado y NADA MENOS QUE Caudillo de España POR LA GRACIA DE DIOS.
Pobre y humilde españolito de utilitario, conturbado y asombrado, no puedo dejar de preguntarme: ¿Cómo puede ser alguien capaz de culpar a un hombre que el puesto que ocupa era nada menos que concedido y otorgados por la Suprema Voluntad del Sumo Hacedor (¡Dios que cosas hay que ver!) Y que además contaba con el beneplácito y las bendiciones de sus representantes (Me parece querer entender que en la actualidad se les llama agentes comerciales del Sumo) Sobre si estaba bien el ejemplo, uso y disfrute del Régimen Dedocrático?
¿No da el Santo Padre, como sucesor de Dios en la Tierra, la consagración, poder y autoridad a los cardenales, arzobispos y obispos, para poder ungir y consagrar las manos y los dedos a los sacerdotes, para que ellos, a su vez, perdonen con el poder concedido a sus manos y dedos a los pecadores ovejas del rebaño del Señor?
Entonces digome : ¿Quiénes somos nosotros, pobres pecadores, casta postergada, seres inferiores abarrotados con la pesada carga que supone nuestros infinitos pecados, seres llenos de defectos, tarados mentales, para atrevernos a criticar los designios del Supremo? ¿Cómo se atreven otros seres, que ni tal nombre merecen, a juzgar y criticar la Divina Voluntad y calumniar a un hombre que fue por Él elegido? ¿Cómo osan esos seres a poner en duda el gran poder del Dedo y consagración política de su Dedo sin ofender al Altísimo? Y es que, aun cuando nos pese reconocerlo, queramos o no, estamos rodeados de ateos.
Manos mal, y por ello debemos de dar gracias –según preferencias actuales- al Altísimo, a los dioses griegos, romanos, cartagineses, escandinavos y egipcios (Estos últimos conocidísimos por su aparición continuada en los crucigramas) Que hoy el Dedo no ha dejado de tener la misma o mayor importancia que hace unos años y que todo sigue igual, o casi, casi, igual respecto al dedo, Solamente hay que reconocer que el Régimen Dedocrático ha ampliado su nombre, siendo mucho más bonito y que ha mejorado un montón, ahora tenemos el régimen político denominado: Democracia Dedocrática de Esto.
Claro que al igual que muchas cosas, la gente llana, los botadores (la b es correcta) lo ignoran y creen que ha cambiado mucho el sistema ¡Desengañaos majas y majos, jamones y jamonas, seguid leyendo y quitaos la venda que cubre vuestros ojillos u ojazos!
Gracias a la constitución, pensada, ideada y creada, no meditada, por los Padres Patrios mediante consenso (Léase “Consenso”) y al parecer inspirada por el Espíritu Santo; votada y aprobada democráticamente por el Muy Noble Pueblo Soberano ( Vaya coba que nos atizan cuando interesa ) el 6 de Diciembre del año de Gracia de 1978, el Poder Dedocrático fue traspasado al Jefe del Gobierno de Esto, al parecer de forma un poco mas reducida que como existía anteriormente, aun cuando en realidad sea así, en realidad, por ser el Muy Honorable Pueblo Soberano el encargado de elegir a sus representantes o gobernantes.
Y curiosamente, el infeliz y humilde, llamado en estas ocasiones Pueblo Soberano, se lo traga y se cree a pies juntillas que el es quien elige.
Para que no se mezcle entre las altas clases políticas ni un solo pepecántropo sarmientero soberano, los partidos políticos acordaron que las votaciones fuesen por listas cerradas, o sea, que se presentarían los que los Jefes decidieran que fuesen los candidatos, cerrando el paso a todos aquellos que solamente pensaran cambiar algo las cosas y fastidiarles.
¿Saben que sistema se emplea para crear esas listas?
¿No? Pues está bien claro utilitarietes, se emplea el sistema de DEDO así que quieran o no, los votantes botan -bien la b- al DEDO.
Si, si, también los alcaldes son elegidos por los ciudadanos de las ciudades, de las villas, de los pueblos y de los lugares, eso es lo que cree el soberano pueblo, pero no es así, también existen las listas cerradas y los consensos y se da la triste circunstancia que en las elecciones municipales tampoco es el alcalde el que más votos obtiene. ¿Vale como muestra el caso de León en las elecciones del año 1987?
Creo innecesario indicar que el mismo caso es valido para esas otras elecciones llamadas autonómicas en las que se vota por unos pocos, la mayoría preferiría botarlos, a los Presidentes y Parlamentarios Autonómicos, que tampoco es necesario el que mas votos saque, caso concreto y aclaratorio: Las Elecciones del 90 en la Autonomía Autonómica de Madrid
El poder del DEDO transferido al Jefe del Gobierno empieza a funcionar nombrando Ministros, Subsecretarios, en fin la misma cadena de antes y siempre.
Por todo lo expresado y demostrado, solicitaría que en todas nuestras ciudades, villas, pueblos y lugares se alcen enormes y bellos monumentos al DEDO SUPREMO, símbolo inigualable de nuestros pueblos, nuestra política y nuestra vida. ALABADO Y LOADO SEA POR SIEMPRE EL DEDO.
Consejo para el Muy Noble Pueblo Soberano:
Hay que alabar y sublimar al DEDO, por lo tanto, como cosa santa que es, hay que dejar de seguir chupándose el dedo.

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